La felicidad se puede encontrar en diferentes partes, momentos y acciones. No es estática, no es lineal, ni mucho menos imposible. ¿Por qué digo esto? Porque jamás imaginé que mi marca personal en redes sociales fuera para mí y otras personas fuente de felicidad.
Si pudiera determinar los momentos más felices que he logrado con mi marca personal, sin dudas, lo dividiría en dos segmentos: desde mis logros personales y desde las decisiones de mi comunidad digital.
Sin embargo, los que más me han llenado de alegrías son cuando mi trabajo, mi historia y mis hazañas se reflejan en las acciones de los seguidores. Es decir, cuando actúan, hacen o deciden por inspiración a algo que publiqué.
Un seguidor compró su primer inmueble a raíz de un post con mi apartamento. Woow. Que se haya motivado a dar el paso, es una dosis potente de felicidad. Y que otra persona decidió renunciar a cosas que hacía por empezar a trabajar con su talento. Otra dosis más.
Como dijo el actor Will Smith (en la película The Pursuit of Happyness): “Esta parte de mi vida, esta pequeña parte, se llama felicidad”. Esas partes que me elevan, me llenan y me han marcado con mucha alegría y satisfacción.
No solo las acciones de mis seguidores me generan plenitud, también están las mías: desde lograr trabajar con universidades, colaborar con fundaciones e instituciones hasta el crecimiento de mi agencia Wepaa Latinoamérica. Han sido un sinfín de pequeñas partes y momentos que me llenan de felicidad.
Solo quiero que recuerden que eres fuente de inspiración, que la felicidad es una bitácora increíble que guarda los momentos más especiales de tu vida y que hasta la acción más pequeña puede ser la alegría más grande.
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