Cuando descubrí mi arquetipo fue revelador: Soy un soñador-sabio. Eso marcó un antes y un después. Yo tenía claro que me gustaba enseñar y orientar a las personas, pero cuando pude identificar que lo que más me apasionaba era movilizar a las personas hacia el cumplimiento de sus sueños, fue como echarle gasolina al tanque.
Un ejercicio que hago en mis asesorías es precisamente ese, descubrir el arquetipo de las marcas de mis clientes. Para que puedas identificarlo es indispensable que entiendas tu forma de ser. Para esto debes saber tus fortalezas, tus debilidades y las cosas que te gustan ¿Ya lo tienes claro?
Luego puedes revisar cada arquetipo e identificar cuál se acopla más a tu esencia y tu área de especialidad. Es importante que sea lo más consono posible con tus valores y contigo.
Te aseguro que al descubrir tu arquetipo tu contenido cambiará y tu marca dará un vuelco increíble.
0 comentarios