Reinventarte no es fácil, pero es necesario para descubrir nuestro verdadero potencial. Creí tener clara mi misión, pero la vida me enseñó que siempre hay más por explorar. Pasé de seguir un camino seguro a construir mi propio mundo.
Lo entendí temprano en mi vida y por eso he podido crecer y evolucionar cada cierto tiempo, así como un pokemón que durante su entrenamiento crece y se desarrolla. Aún lo sigo haciendo porque el mundo es cambiante y lo que funcionó en un momento, puede que en el próximo no funcione. Sigo construyendo mi mundo.
Hoy, como asesor de marcas, sé que cada paso, cada caída y cada riesgo me han llevado a vivir mi propósito con pasión y autenticidad. Hace unos días llegué de un viaje por Europa donde pude experimentar una faceta completamente diferente de mí y que pronto verá la luz, porque entendí que aún más.
La clave está en creer en ti mismo, incluso cuando el mundo dude.




0 comentarios